¿Por qué
sera que después de una discusión de pareja, generalmente dormimos de espaldas
a la otra persona?. A la inversa, si hemos gozado de un día sensacional lleno
de romanticismo, solemos dormir de forma entrelazada o “haciendo la cucharita”.
De acuerdo
con los expertos en la materia, la situación que estamos viviendo con
nuestra pareja se ve reflejada en las posiciones que adoptamos cuando dormimos.
De hecho, el psicólogo y maestro en cognición João Oliveira aconseja
observar la posición propia y la de nuestro cónyuge justo en el momento en el
que nos despertamos por la mañana, ya que aquellas posturas que escogemos para
dormir raramente perduran durante toda la noche.
Además de
Oliveira, conoceremos la opinión de Paulo Sergio de Camargo,
especialista en lenguaje corporal y autor de Lenguaje Corporal: técnicas para
mejorar las relaciones personales y profesionales”, y Ronaldo Antonio
Cavalli, quien imparte talleres y cursos sobre el mismo tema.
Echa un
vistazo a las posturas más comunes que solemos adoptar cuando dormimos en
pareja y descubre qué significado podrían tener en tu relación amorosa:
1. Entrelazados
Según los expertos en lenguaje corporal, esta postura es señal de deseo y de
pasión. “Es muy común en el inicio de una relación y acostumbra a ocurrir
cuando ambos se quedan dormidos después de tener intimidad, con la intención de
unir el cuerpo en uno solo”, comenta Oliveira.
Según
Cavalli, mantener los brazos abiertos es señal de proximidad y el
entrelazamiento de piernas revela el deseo de un amor profundo. Además cree
posible que la pareja que duerme en esa posición sea bastante celosa.
2. La cucharita
Camargo opina que la persona que abraza tiende a proteger y a guiar al otro en
la relación. De este modo, la pareja se siente segura y cómoda. “Tal vez
esta sea la postura que mejor refleje la armonía perfecta de una pareja. Los
cuerpos se transforman en uno solo, hay pasión y necesidad de estar juntos“,
comenta.
No obstante,
Oliveira aporta un significado más a la postura, y es que también puede
reflejar que existen ciertas inseguridades en la relación. “No se
engañen pensando que quien duerme en esta postura siempre se encuentra en el
momento ideal. También puede tratarse de un intento de asegurar al otro en una
relación que no va bien”, dice.
3. Abrazados
Cavalli piensa que el brazo revela compromiso, amor y cariño entre la pareja.
“Esa posición
revela una buena relación. La pareja se encuentra en un momento
excelente y la vida sexual debe ser perfecta”, comenta Oliveira, quien cree que
aquel que busca el abrigo en el otro demuestra un profundo afecto por su
pareja.
Camargo
afirma que la cabeza sobre el hombre es una prueba de que la persona se siente bastante
segura con su pareja, quien probablemente domine la relación. Completa su
teoría añadiendo que “los brazos envueltos en ella amplían el deseo de
protección”.
4. Arrinconando a la pareja en un extremo de la cama
Oliveira cree que no es una buena posición para la pareja. “Una persona
espaciosa en la cama no demuestra afecto ni cariño por su cónyuge. Este busca
más espacio como una forma de autoafirmación en la relación”, comenta y añade que
la relación está pasando por un momento complicado, en el que la persona
que ocupa menos espacio se siente insegura y con la autoestima baja. Cuando la
persona se mantiene en posición fetal y mirando a su pareja, aún guarda
esperanzas porque la relación salga a flote.
Además,
Camargo matiza la explicación de Oliveira afirmando que dormir sobre el
estómago y con las manos por encima de la cabeza indica terquedad, persistencia
y necesidad de dominación y control del espacio en el que se vive.
5. Ambos con su espacio y con los pies entrelazados
Oliveira piensa que esta postura es señal de que ambos se quieren, pero que la
relación necesita atención. “Hay una mezcla de pasión y diferencias en la
relación. Puede ser que la pareja esté pasando por un momento de ansiedad,
cambio de rutina o presión en el trabajo“. Además continúa diciendo que el
hecho de que los pies estén unidos, implica que existe una declaración
subliminal de amor ya que, por lo visto, el pié es el área corporal más
inconsciente en sus movimientos.
Camargo por
su parte afirma que quien duerme sobre su espalda -en este caso el hombre- es
quien no siente la necesidad de ver a su pareja. En cambio, la persona
que duerme sobre su vientre y con las manos por encima de la cabeza -la mujer
en este caso- revela terquedad y necesidad de controlar.
Cavalli, sin
embargo, dice que como existe contacto con los pies, todavía sigue
existiendo el compromiso y la complicidad entre la pareja.
6. Cada uno con su propio espacio, pero tocándose
Camargo cree que esta postura implica una relación bastante espontánea. “Cada
uno respeta el espacio del otro. Ellos pueden tener amigos y actividades
separadas, más la confianza es mutua”. La mano extendida revela que existe la
intención de proteger y tomar siempre en cuenta a la pareja, pero sin
exageraciones. En este caso, el rostro de ella mirando al hombre demuestra
confianza, mientras que las manos sobre su cabeza dicen que se siente muy
confortable ante la presencia del otro.
Oliveira
afirma que dormir de esta forma es una demostración de afecto por parte de
él, como si intentase descubrir si todo está bien. También puede ser indicio
de un intento de reconciliación.
7. De espaldas, pero uno tocando al otro
Camargo dice que la separación entre ambos muestra que la pareja desea
libertad, pero la mano de él sobre el hombro de ella revela que quiere
mantenerla cerca.
Según
Cavalli, “En el caso de él, es casi una necesidad mantener el contacto,
sentir a su pareja”.
Oliveira va
más allá y asegura que el hombre se encuentra en un estado de carencias y de
preocupación por el rumbo que está tomando la relación. “Hay afecto, mas el
nivel no es tan bueno como antes. Ella, en su postura hacia el frente, debe
estar en un buen momento profesional y con la autoestima elevada, mientras que
él busca el apoyo y el cariño de ella”, concluye.
8. Espalda contra espalda
Oliveira afirma que una pareja que duerme de este modo intenta preservar su
propio espacio sin perder el de la pareja. “Se trata de personas dinámicas, que
tienen vidas independientes, pero tienen una relación estable y saludable”,
afirma el especialista, quien añade que a pesar de querer preservar su
autonomía sigue habiendo confianza en la relación y necesidad de la otra
persona. “Parece que la pareja se coloca delante de un espejo. Esta
simetría demuestra que los dos están en sintonía. Existe la necesidad de la
presencia del otro. El tiempo de separación entre los dos es muy corto”.
9. De espaldas y separados
Oliveira piensa que esta postura implica que algo puede andar mal en la
relación, revelando la necesidad de separación y mayor libertad en la vida
de ambos. “La falta de contacto entre los cuerpos en direcciones opuestas
puede significar una fuerte disputa por el espacio o la total independencia del
otro”.
Camargo por
su parte puntualiza que si las manos estuviesen cerradas y el cuerpo rígido,
sería una señal de que la pareja no desea comunicarse después de una pelea.
Sin embargo, si el cuerpo está relajado y suelto, es señal de que no hay
tensión en la relación. En este caso, la posición podría indicar confianza
en la pareja y respeto hacia el espacio del otro.
10. Cara a cara, pero sin tocarse
Camargo opina que las parejas que duermen de este modo desean intimidad,
pero tienen la necesidad de observar a su cónyuge. “Ellos saben lidiar con
la rutina y con los problemas cotidianos, además respetan los momentos a solas
de cada uno, sin nunca distanciarse”, matiza.
Oliveira
piensa que la pareja está pasando por un buen momento en su relación. “Aunque
no exista contacto, el simple hecho de volver el cuerpo hacia la otra persona
significa aceptar al otro como parte de sí mismo.
Probablemente se trata
de dos grandes amigos y compañeros, y su vida sexual es bastante activa“,
concluye.